Samsung se encuentra en punto muerto en este comienzo de año. Al igual que todos los fabricantes, esta marca coreana no es capaz de lanzar nuevas máquinas basadas en la plataforma Sandy Brige, por culpa del bug que afectó a los componentes de Intel. Esta Samsung RF710 llega a los comercios para convencer a esos usuarios de cambiar su notebook. A primera vista, esta computadora parece estar en condiciones de llenar todas las tareas de rutina sin pestañear.
Por fuera, esta la Samsung RF710 E7P-C5460 apuesta a la sobriedad, uno se cautiva rápidamente al desplegar la pantalla. El contorno de la pantalla brillante de 17,3 pulgadas es de plástico negro, marcado con unos puntos de plástico gris. Sólo calidad de las piezas que ocultan las bisagras deja algo que desear. De color negro, el teclado tipo chiclet -cómodo, adaptado de forma natural a los dedos- se acomoda sobre una base plateada, que sirve para resaltarlo y que contribuye a la esteticidad del diseño. Los apoya manos combinan con la parte superior del teclado: un toque dominante de gris y pequeñas teclas plateadas. La pantalla, brillante, tiene una definición de 1600 x 900 píxeles y, según nuestras mediciones, la calidad es bastante promedio.
El ruido también es una cuestión en la que se detuvo Samsung. La máquina es muy silenciosa, incluso en plena acción (39,1 dB, nivel máximo de ruido). Su equipamiento de audio es una grata sorpresa: el sonido es dinámico y de calidad.
En términos de conectividad, Samsung no se queda atrás en la competencia. Al igual que las máquinas de Dell, las XPS 15 y XPS 17, esta RF710 posee dos puertos USB 3.0, un módulo Bluetooth 3.0 y un módulo Wi-Fi n. También encontramos una salida VGA, una entrada HDMI 1.3 y un puerto Ethernet Gigabit. Nada está de más, y nada falta.
Esta 17.3 pulgadas de Samsung pretende remplazar a cualquier PC de escritorio. Pero la batería de 6 celdas tiene pocas posibilidades de éxito: la autonomía medida es de apenas 1 hora y 55 minutos.
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