En sólo dos años, la marca Panasonic ha logrado establecerse como un referente en el terreno de las cámaras digitales compactas reforzadas, con su gama de FT. Esta FT3 es, lógicamente, la tercera generación del fabricante japonés.
Mientras que la FT2 era un equipo próximo a la FT1, esta FT3 hizo el esfuerzo para evolucionar un poco más, también en el plano estético: el aspecto de bloque de hormigón se suavizó un poco con la inclusión de una empuñadura, y se incluyeron curvas más suaves y esquinas redondeadas: el aspecto un poco tosco de las versiones anteriores se volvió más sofisticado.
Otro buen punto: la vieja rueda de zoom (por encima del equipo), que era muy dura de manejar y difícil de manipular, fue sustituida por dos botones (en la parte posterior). Parece un poco complicado, pero la ubicación acaba siendo mucho más conveniente.
En cuanto a la resistencia de esta FT3, no hay que preocuparse: sobrevivió a varias caídas desde 1,5 m de altura.
Es una tendencia: ciertas gamas de cámaras digitales pierden mega píxeles en comparación con la generación anterior, y a favor de una mejor gestión del ruido digital en alta sensibilidad.
Con su FT3, Panasonic no hace milagros al pasar de los 14,1 Mpix a los 12 Mpix, pero hay una mejora significativa en 800 ISO.
Otro punto positivo: la calidad de video es bastante buena. La cámara pasa de 720p (1280 x 720 píxeles) a un 1080i (1920 x 1080 puntos). Buen Full HD para una cámara compacta de alta definición.
Existe un inconveniente: la pantalla de 230.000 puntos es inaceptable para una cámara cuyo precio ronda los 450 dólares.
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