Desde su lanzamiento, Red Dead Redemption ha disfrutado del aplauso unánime de la crítica, pues cuenta con una puntuación de 95/100 en los recopiladores de análisis Metacritic y GameRankings. El videojuego ha vendido alrededor de siete millones de unidades vendidas en las plataformas PlayStation 3 y Xbox 360 desde que fuese lanzado al mercado.
Creando un hito llamado ‘Red Dead Redemption’
Ofrecer al público un título como ‘Red Dead Redemption’ es más difícil de lo que a priori podríamos imaginar. No sólo se le da al usuario una premisa que posiblemente no ha probado nunca en una plataforma (la vida en el lejano oeste), sino que además lo debe hacer supliendo las constantes reiteraciones que ese mismo escenario se ha mantenido ya en chorrocientas mil novelas y películas. Las influencias son claras, desde Twain hasta McCarthy, pasando por el tándem cinéfilo entre Leone y Eastwood, pero ¿qué obra puede escapar de esa influencia?
Piensen en la dificultad de realizar un videojuego de este tipo. La variedad en los videojuegos es hoy en día una exigencia. El usuario necesita un cambio constante para no aburrirse. Una premisa que se ha convertido en la brújula de Rockstar y su franquicia más aclamada: ‘Grand Theft Auto’, con grandes urbes de múltiples zonas diferenciadas entre si, con una variedad desbordante de lugares por explorar, vehículos en los que desplazarte, misiones por hacer y acciones con las que abstraerte de la trama principal.
Ahora imaginense por un momento el paisaje de un título como ‘Red Dead Redemption’. Arena y tierra extendiéndose kilómetros y kilómetros, alguna que otra montaña y cuatro pueblos dejados de la mano de dios. La perfecta antítesis de lo que hasta ahora había sido uno de los emblemas de Rockstar.
Tras catorce años de ‘GTA’ el mundo ha acabado por acostumbrarse a ver prostitutas y asesinatos por doquier en un videojuego, así que ese as en la manga que hasta ahora servía de publicidad gratuita en todos los medios del país está ya descolorido y roto. Al fin y al cabo el calificativo que ha acaparado ‘Red Dead Redemption’ ha sido conocido el de “un ‘GTA’ del oeste“.
Así que la estrategia para dar a conocer el título debía de ser también una antítesis de lo que se había visto hasta ahora. Un hacer poco ruido y prometer muchas nueces que, a pesar de haber mantenido al título en la sombra durante meses como si de un juego de segunda se tratara, con la cercanía de su lanzamiento se ha convertido en todo un fenómeno gracias a los estupendos montajes de vídeo que Rockstar ha ido liberando.
Y en este punto volvemos a donde empezábamos, con el juego en las tiendas y un usuario que no sabe si tirarse o no a la piscina después de la avalancha de títulos aparentemente buenos que se nos ha venido encima.
La importancia de una buena historia
Recuerdo que cuando era pequeño, tras ver una película que me marcase (principalmente alguna de acción o ciencia ficción), al llegar a mi habitación recopilaba todos los juguetes necesarios para poder recrear las escenas más impactantes sobre la alfombra. Una obra es buena cuando te incita a realizar ese tipo de cosas, pero lo es aún más cuando lo que sientes son unas ganas tremendas de conocer más sobre ella.
Hemos llegado a un punto en el que, igual que ves Por un puñado de dólares y te entran ganas de montar tu kit del salvaje oeste de Playmobil, juegas a ‘Red Dead Redemption’ y te vuelves loco recopilando entre tu biblioteca cualquier obra que huela a pólvora y cowboys para devorarla. Señores políticos, si eso no es un buen favor a la cultura de cualquier país, paren el mundo que me bajo.
Justo en este punto empezaba el primer reto de Rockstar. Superar los clichés establecidos y crear una obra que sorprenda. Debo reconocer que el trabajo ha sido notable, empezando por un guión magistral en el que cualquier conversación puede pasar de “matemos a ese tío“ a una conversación metafísica, pasando por una historia que consigue mantenerte enganchado con un ritmo frenético y por supuesto creando un personaje a la altura de las circunstancias. Un forajido venido a menos llamado John Marston que no tarda en conectar con el usuario gracias a un carisma olvidado últimamente en este sector.
Lamentablemente no se puede decir lo mismo del resto de personajes puesto que mientras que algunos siguen el ejemplo de nuestro protagonista llamando nuestra atención, algunos secundarios no logran estar a la altura, ya sea por falta de empatía o porque simplemente no se les ha dedicado el tiempo y las líneas de guión que merecían.
La historia de Marston es de las que se va desgranando poco a poco, ofreciendo lo justo para mantenerte en vilo sin que te aburras y mostrándote un camino con trozos de pan en el que poco a poco vas saboreando las migajas que te ofrece cada misión. No me gustaría desvelar ninguna parte de la trama a los futuros compradores del juego, pero para completar este análisis como se merece, recodad que no es una guía de compras sino que la intención es estudiar cada una de sus virtudes, debo inevitablemente hablar de ella, y por supuesto de su final.
A partir de este punto hay spoilers, detalles de la trama que pueden arruinarte la sorpresa, así que si no te has pasado aún el juego, personalmente te invito a que saltes hasta la siguiente parte llamada “Un hombre del oeste” y vuelvas aquí una vez lo hayas completado.
Spoilers
La de John Marston es la historia el típico forajido del salvaje oeste. Un niño sin familia ni ataduras que acaba en una banda que pasa a suplir esa falta. Sus compañeros son sus hermanos y la vida no ofrece nada más allá de seguir sus pautas. Con el tiempo su basta pero atrofiada inteligencia le invita a pensar que ese modo de vida, pese a seguir un código de honor en el que la meta es hacer de éste un mundo mejor, no es más noble que cualquier otro, por lo que decide casarse y formar una família.
Mejor o peor su plan consigue funcionar hasta que la justicia le reclama por los actos cometidos, secuestrando a su familia y obligándole a dar caza a los antiguos miembros de su banda.
Ese es el hilo conductor del juego y la búsqueda de sus antiguos hermanos nos llevará casi hasta el final del juego. Momento en el que Marston saldará su deuda y volverá con su entrañable familia.
Una arisca prostituta que abandonó su vocación para convertirse en su mujer, un hijo abstraído por la lectura y la fantasía, y un tío que no es tío y representa todo lo malo de una época que está a punto de expirar.
Superada la aventura esperas el típico final feliz. John vuelve a casa y lo que encuentra es un núcleo totalmente desestabilizado por su pasado, pero la experiencia vivida le hace ver la luz.
Es curioso el paralelismo que se realiza entre una de las misiones secundarias de John y su mujer. En ella nuestro protagonista paga la libertad de una prostituta que nos agradece nuestra hazaña a la vez que nos invita a visitarla en su nueva casa para admirar su nuevo trabajo: ser monja. La llegada al convento días después nos desvela que la chica tal y como llegó, se fue, en palabras de una de las monjas porque simplemente no pudo escapar a su pasado, y mucho menos su destino. Acabar muerta y violada, en ese orden, a manos de uno de sus antiguos clientes. Si quiere a su mujer no es por lo buena ama de casa que sea, que no lo es, sino porque ha conseguido superar su redención y redimirse de sus errores con su nueva vida. No cambia ella, sino su final.
Lo propio ocurre con su hijo y el antropólogo que conoce en BlackWater. El típico discurso de “niño estudia y llegarás a ser alguien” no funciona en un mundo regido por las armas de fuego y la cría de ganado. La recompensa de volverlo a ver le incita a convertirlo en un hombre que sepa afrontar esa dura vida mientras aprende a crecer disfrutando de su inocencia.
Sobre su tío, en cambio, pesa una relación amor odio exactamente igual a la que mantiene con su anterior vida. Alcohólico, perezoso y mujeriego, personifíca el espíritu de un salvaje oeste que la tecnología está llevando a su fin.
El tramo final, con Marston encontrando su redención y valorando la de su familia, viviendo una típica vida de campo, noble y sin excesos, es una de las horas más entrañables que he tenido ocasión de disfrutar en un videojuego. El perfecto broche de esta notable historia que, como en la vida real, acaba encontrando su final. Sus antiguos captores vuelven a su casa para darle caza, asesinando a su tío y dando vida a una nueva era, haciendo huir a su mujer e hijo, y fusilando a Marston a sangre fría mientras éste intenta acabar con todo un ejercito haciendo uso de las habilidades como pistolero que, curiosa paradoja, le han llevado hasta el final. Ahora, años después, su hijo es el encargado de continuar la historia. Un cierre magistral.
Fin de spoilers
Un hombre del oeste
Jugabilidad y gráficos se dan la mano para hacernos vivir una auténtica experiencia del lejano oeste. Si recorrer kilómetros de desierto, bordear profundos cañones y escalar montañas no se convierte en un auténtico suplicio mientras viajamos del punto A al B, es porque en primer lugar ese camino cuenta con multitud de cosas para hacer, y en segundo porque la belleza de sus paisajes nos mantiene embobados durante el trayecto.Galopar por el desierto con el atardecer cegándote los ojos mientras las sombras de los cactus y demás vegetación crea dibujos sobre la tierra es una experiencia inolvidable. Las tres regiones que conforman ‘Red Dead Redemption’ están dotadas de vida propia y las diferencias entre una y otra: desierto americano, desierto montañoso mejicano y bosques del noreste, son más que sustanciales. Cada una cuenta con su propio estereotipo de ciudades y lugareños, así como una fauna y flora acorde al ecosistema de la zona.
Ese último punto nos sirve para adentrarnos en la variedad de acciones que comentábamos hace un segundo. Con un sistema de progresión que se ha convertido en un referente en los últimos años, nuestras acciones comportarán también una mejora de nuestras habilidades, así como una ampliación de las posibilidades de juego. La flora y fauna, por ejemplo, nos permitirá cazar y recolectar bienes que posteriormente utilizaremos en misiones secundarias o venderemos en los pueblos para ganarnos el pan.
Esas acciones comportarán también una mejora de nuestras habilidades de tirador o el provecho que podemos extraer de cada una de nuestras presas. Así, ya sea con cebo o con una suma paciencia, deberemos equilibrar un sistema plagado de lobos para que los conejos vuelvan a la zona, pudiendo superar así el reto de cazar y despellejar 5 conejos que aumentará nuestras capacidades de tiro.
La mejora del Dead Eye, una acción que nos permitirá ralentizar el tiempo para marcar objetivos y abatirlos en un par de segundos, se convierte en un elemento imprescindible hacia el final del juego, donde nuestros atacantes no nos darán tregua ni nos permitirán flanquearlos para poder abatirlos mejor. La IA de los enemigos no supondrá un gran reto, pero está bien compensada con su colocación en los territorios en los que deberemos luchar.
Sumémosle además la fantástica sensación de lanzarte a una pradera lazo en mano buscando un caballo fuerte y ágil al que domar para poder desplazarnos a mayor velocidad, o la satisfactoria hazaña de llevar un ganado a pastar y devolverlo a su redil sin que los forajidos ni la naturaleza consigan causar bajas.
Tras ello, lo habitual. Juegos de mesa con los que pasar el rato y ganar dinero, misiones secundarias para conocer mejor la zona y su historia, duelos de pistola en medio del pueblo, búsqueda de elementos y superación de hazañas con los que confeccionar nuevos trajes que permitan exclusividades, etc. Mientras que la historia principal os depara unas 20 horas de juego, el resto os mantendrá enganchados durante una buena temporada.
Muchos hombre del oeste, jugando a través de la red
En su primer contacto ya hablamos largo y tendido del modo multijugador de ‘Red Dead Redemption’, pero no está de más recordar sus principales atractivos. Entre otras cosas porque, sin ser necesario, Rockstar ha conseguido alargar la vida del juego notablemente gracias a este modo.Sabed que, mientras que también contaremos con los clásicos Death Match por equipos, en solitario y demás, ‘Red Dead Redemption’ pone a nuestra disposición el mapa completo del juego para que podamos cabalgar acompañados de nuestros amigos realizando misiones de caza, recolección de hierbas, limpiando las zonas de bandidos o sembrando el pánico convirtiéndonos en uno.
Como era de esperar nuestras acciones derivarán en puntos de experiencia que podremos utilizar para mejorar a nuestro personaje, adquirir nuevos aspectos, monturas, armas, etc. En resumen, una excusa más para que el juego no esté cogiendo polvo en nuestra estantería a las dos semanas de jugarlo.
Conclusión
Aún no me he puesto a leer análisis y críticas de otros medios sobre ‘Red Dead Redemption’, pero me atrevo a pronosticar que mi exaltación del juego va a ser idéntica a través del globo. Como decía al inicio de este análisis, Rockstar lo ha vuelto a conseguir, le ha pasado la mano por la cara a todos los sandbox que se han creado hasta la fecha y, salvando con pértiga las diferencias, ha conseguido enamorarme muchísimo mas con la aventura de Marston que con la de Bellic.
‘Red Dead Redemption’ es una de esas obras que con el paso de los años aún perduran en la memoria del jugador. Tiene sus peros, como todos los juegos, pero sus incontables bondades ya mencionadas, convierten a sus carencias en una insignificante mota de polvo sobre el antiguo desierto de California. Se trata de una compra obligada para todo buen amante de los videojuegos, la acción y las grandes historias.
Video Trailer
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