Con Mass Effect, Dragon Age y el inminente Star Wars: The Old Republic, BioWare se ha asegurado una posición de auténtico lujo con la que comandar el rol de la actual generación de PCs y videoconsolas, sin embargo no contenta con ello la compañía canadiense ya está preparando la segunda entrega de Origins con muchos cambios en el horizonte.
"Principalmente lo que queremos es dar a Dragon Age un buen chute de adrenalina", declaraba recientemente a la revista GameInformer Mark Darrah, ejecutivo del estudio. ¿En qué se traduce esto? En primera instancia en que a pesar de que se mantendrán las raíces de las series, se trata de que éstas se vean potenciadas por una nueva forma de ver y plantear las cosas.
Nuestro héroe, Hawke, será en Dragon Age II un personaje mucho más concreto y definido de lo que lo fue el héroe de Origins. A pesar de que podamos personalizar su aspecto, su carisma como campeón estará en todo momento presente.
La historia de Dragon Age II se desarrolla en paralelo a la de Origins, lo que significa que a pesar de que tendrá un arco argumental bien diferenciado con respecto a su predecesor, en algunos momentos las historias se entrecruzarán y asistiremos a eventos que ya habremos vivido en la primera parte.
"Muchos videojuegos de rol tratan sobre un personaje", comenta Darrah. "Es el caso de Mass Effect cuya saga gira sobre el del comandante Shepard. En Dragon Age II la historia es sobre Thedas (el continente donde se desarrolla la saga)". Así pues, a pesar de la importancia que tiene Thedas en toda la experiencia de la secuela, lo cierto es que el verdadero protagonista de su argumento es Hawke, el nuevo héroe.
"Hay una historia dentro de la historia. El mejor ejemplo de esto es la película Sospechosos Habituales, que trata sobre un tipo, Verbal Kit, narrando la historia de un golpe que sale terriblemente mal", sostiene el creativo. "Esa es la forma en la que la historia va a desarrollarse en el juego. El tener un narrador nos permite focalizarnos en la historia que se mueve a nuestro alrededor, dándole un propósito y una dirección. Nos permite tener un prisma mayor del que tuvimos en el pasado".
Las decisiones que tomamos en Dragon Age: Origins tendrán una relevancia capital en Dragon Age II al importarse con las partidas guardadas. "Es un mundo consistente", declaran sus responsables.
Relaciones, Relaciones...
Durante esa década, y como es tradicional en la mayoría de juegos de rol, la moral y la ética tendrán una importancia clave a la hora de dotar de sentido a nuestras decisiones. En esta ocasión, y debido al tiempo fragmentado, los jugadores verán los resultados de sus decisiones mucho más rápido que, por ejemplo, en Origins, y la gente de BioWare ya ha descrito a Dragon Age II como "el juego más reactivo" que han hecho nunca.
Durante esa década, y como es tradicional en la mayoría de juegos de rol, la moral y la ética tendrán una importancia clave a la hora de dotar de sentido a nuestras decisiones. En esta ocasión, y debido al tiempo fragmentado, los jugadores verán los resultados de sus decisiones mucho más rápido que, por ejemplo, en Origins, y la gente de BioWare ya ha descrito a Dragon Age II como "el juego más reactivo" que han hecho nunca.
Los combates van a recibir un fortísimo lavado de cara en Dragon Age II. El estilo excesivamente estático del original dejará paso a combos y ataques mucho más dinámicos.
En Origins, sin embargo, todo esto estaba presente pero de una forma algo restrictiva: nos explicamos. Los aficionados que disfrutaran de él recordarán seguramente que si alguno de nuestros acompañantes no estaba de acuerdo con nuestras decisiones, acababa afectando a su efectividad en el combate y repercutiendo negativamente en el balance del grupo. En Dragon Age II podemos tomar cualquier tipo de decisión y ver cómo nuestros acompañantes la asumen de buen grado o no, pero todos sus bonus de combate seguirán intactos y progresando a pesar de ello.
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