El concepto de este gadget justamente no es para llevarlo
puesto encima a la hora de dormir, pues las mismas imágenes demuestran que su
tamaño es incluso más grande que un teléfono. Así, es cuestión de colocarlo
debajo del colchón para que desde allí será vaya almacenando los movimientos y
patrones de sueño del usuario.
Además de los sensores básicos, el dispositivo puede
registrar parámetros vitales complejos como el ritmo cardíaco o la respiración.
Para ello, se apoya en la tecnología EarlySense de la que se apuesta mucho de
cara al futuro de Samsung tras ser aprobada por el órgano de control FDA
norteamericano.
Lógicamente toda la información se traslada hacia una
aplicación para el teléfono que puede descargarse gratuitamente y genera
análisis de los datos en tiempo real. Por ejemplo, puede puntuar el sueño del
usuario de acuerdo a cuestiones como cantidad de horas, eficiencia del sueño,
tiempo que este se tarda en quedarse dormido, número de veces que se levanta de
la cama en la noche, etcétera.
Finalmente, una de los detalles más interesantes data en la
capacidad de comunicarse con otros dispositivos inteligentes del hogar. Así,
puede ajustar la temperatura del ambiente o apagar el televisor cuando detecta
que el usuario se ha quedado dormido.
Sleepsense comenzará a venderse a finales de año en su país
de origen y demás países importantes que todavía se desconoce. Tampoco hay
información sobre su precio.
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