Con muchas
propuestas en el mercado, las tablets buscan reinventarse en un terreno donde
se mueven como pez en el agua. A sabiendas de que el usuario puede optar
básicamente por dos alternativas según su preferencia con tabletas de 7″ y de
10″ que se ajustan a diferentes necesidades, el mercado de tablets está
transitando la evolución que experimentaron los Smartphones al ofrecer
pantallas cada vez más grandes en un intencional guiño al usuario que consume
contenidos multimedia.
La Yoga 2 Pro de
Lenovo no disimula este objetivo y se posiciona como una interesante opción que
además, incluye un as bajo la manga: un proyector que ampliara la experiencia
convirtiendo cualquier pared en una pantalla de cine.
A simple vista
Entrar en contacto visual con la Yoga 2 Pro es un verdadero show para los sentidos. Lenovo se ha ocupado de que la primera impresión cuente y sea determinante a la hora de echar mano al dispositivo. La Tablet se destaca por la perfecta combinación entre plástico gris y un pie metalizado y camaleónico que se despliega ofreciendo diferentes posibilidades, permitiendo parar la Tablet y utilizarla en diferentes posiciones. Para liberar el pie solo se deberá presionar el botón que oficia como traba, mientras que, si no se utiliza, quedara completamente disimulado mimetizándose con la parte trasera del equipo.
Hay que decir que
el equipo es robusto trepando hasta el kilogramo de peso. No se trata de una
Tablet que pueda ser utilizada cómodamente con una sola mano, sobre todo por
los más pequeños de la casa. De cualquier forma, el peso está justificado por
su pantalla de 13″ QHD (2560×1440) en una clara respuesta al consumo
multimedia.
Debajo de la
pantalla se destaca un cilindro que recorre de punta a punta el equipo y que
alberga el proyector del lado derecho y del otro lado el botón encendido con
una luz indicadora que oscila mientras se está cargando.
En cuento a sus
controles y puertos, el equipo ofrece lo justo y necesario. Sobre los lomos se
encuentran los botones para ajustar el volumen, un salida de audio de 3.5 mm,
un puerto mini USB, el control para habilitar el proyector y perilla deslizante
para ajustar el foco del mismo.
Características
En su interior la Yoga 2 Pro resulta una Tablet muy equilibrada. La elección de Lenovo fue un Intel Atom Z3745 acompañado con 2 GB de memoria RAM que hace que el Android 4.4 corra holgadamente. En cuanto al almacenamiento, el equipo cuenta con un disco en estado duro (SSD) de 32 GB, ampliables mediante el puerto MicroSD.
Al momento de las
capturas, esta Tablet se encuentra dentro del promedio. Posee una cámara
principal de 8 MP y otra secundaria de 1.6 MP para realizar videollamadas o
tomar selfies.
Al hablar del
rendimiento, hay que destacar su batería de 9.600 mAh que ofrece muchas horas
de uso sin recarga en modo Tablet. Sin embargo, al utilizar el proyector, este
canibalizara la carga en unas tres horas. Incluso si se proyecta con la Tablet
enchufada y cargando, el equipo seguirá descargándose aunque, obviamente, en
forma menos inmediata.
Luz, cámara,
acción
La experiencia de
uso del equipo en “modo tablet” fue satisfactoria, pero el gran interrogante es
como se desenvuelve el proyector. Para dichas pruebas utilicé la Tablet en
diferentes situaciones. Hay que decir que el principal inconveniente radica en
que el picoproyector posee solo 35 lúmenes, por lo que un haz de luz puede
entorpecer la experiencia de proyección. En las pruebas realizadas de día y con
ventanas abiertas no hubo forma de poder apreciar la imagen. Esto es un
problema dado que el equipo bien podría utilizarse como soporte para charlas y
presentaciones, al respecto solo hay que tener en cuenta este dato: la Yoga 2
Pro es amiga de los black out y las persianas, si no están presentes en la sala
mejor pensar en otra solución.
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